¿Sabías que perder peso muy deprisa no es muy saludable?
¿Sabías que si pierdes el peso demasiado deprisa, puedes envenenarte poco a poco?
Tranquila, que no te vas a morir de ello, sin embargo, sí que puedes tener efectos desagradables como dolor de cabeza, malestar general, lengua pastosa, hinchazón etc…
Es por ello que muchos profesionales con buen criterio, te dirán que debes bajar el peso, poco a poco y en pocos kilos cada vez.
Te explico;
Cuando adelgazas nuestro organismo libera ácido araquidónico AA, de las células adiposas (grasas) almacenado como toxinas para que no pasen al torrente sanguíneo, es una defensa más.
Digamos que cuando comemos ciertos alimentos ingerimos, pesticidas, dioxinas, herbicidas, bencenos, etc…y nuestro sabio organismo las lleva los depósitos de grasa para que NO nos envenenen. Así cuando perdemos peso, se puede dar una circunstancia desagradable; al perder grasa, liberamos también esas toxinas y nos “envenenamos” dando origen a ataques inflamatorios constantes a todos los órganos, provocando muchas veces enfermedades crónicas tempranas.
CÓMO SABER SI TIENES GRASA TÓXICA EN TU ORGANISMO
¿Tienes sobrepeso?
¿Tomas algún medicamento para el colesterol?
¿Estas aturdido cuando te despiertas por la mañana?
¿Tienes tendencia al estrés?
¿Te apetece comer siempre hidratos de carbono, (dulces, galletas, bollería, pan…)?
¿Estas cansado a lo largo del día?
¿Te entra hambre a las dos horas de haber comido?
¿Tienes las uñas quebradizas?
De estas preguntas; ¿tienes más de 3 afirmativas?, si es así, tienes grasa toxica.
Por último:
Si tienes una última analítica de sangre; divide el marcador de los triglicéridos por el marcador HDL.
No debe salirte superior a 4
(Ejemplo; 140 triglicéridos / 35 HDL = 4)
Si es superior a 4 tienes grasa tóxica.
Existe un protocolo para que esto no ocurra y una solución a este mal. El omega 3 y la dieta de la Zona. Parece sorprendente ¿verdad?, cómo simples ácidos grasos pueden controlar tantas funciones fisiológicas, y tan diversas. La explicación es simple: los Omega 3 influyen en el organismo mediante la síntesis de los eicosanoides, sustancias capaces de producir en varios órganos y aparatos de nuestro cuerpo una eficiencia física y mental mayor y tener menos probabilidades de contraer muchas enfermedades inflamatorias. Las razones por las cuales en los últimos tiempos se habla tanto de los ácidos grasos omega 3 son varias:
1º Facilita la producción en nuestro organismo de los eicosanoides “buenos.
2º Penetra en la estructura de las membranas de todas las células de nuestro organismo y también en las membranas de la mitocondria, la “central energética” de las células. Esto significa tener membranas celulares elásticas. El ejemplo más significativo es el de los glóbulos rojos que pueden adoptar una forma alargada, para introducirse ágilmente en los capilares más pequeños para llevar nutrientes y oxígeno a los tejidos.
3º Otra razón y quizás la más importante; es que los ácidos grasos esenciales Omega 3 presentes en el pescado (en particular EPA y DHA) tienen una función de notable importancia en la regulación de los triglicéridos a nivel hemático, el riego sanguíneo, la respuesta inmunitaria y antinflamatoria o la agilidad mental.
Con una nutrición adecuada, sin milagros, se pueden mejorar muchos males.
Fuente: Nutrición Activa
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