carbohidratos

8 razones por las que No debes reducir los carbohidratos

Si alguna vez has tratado de bajar de peso sin duda habrás oído que una de las técnicas casi obligadas para reducir el peso es dejar de comer carbohidratos.

Los carbohidratos se encuentran principalmente en alimentos como el pan, las tortillas, los granos como la avena, la cebada y el maíz, los cereales, las papas y otros tubérculos, etc. Las frutas también son altas en carbohidratos, pero en carbohidratos simples, es decir azúcar, aunque azúcar natural. “Tengo que dejar de comer pan” o “tengo que comer menos tortillas” son algunas de las frases más comunes que se oyen de las personas que quieren bajar de peso. La verdad es que la creencia común y popular es que el pan, las papas, las tortillas, etc., “engordan” y para bajar de peso tienes que reducir su consumo o eliminarlos por completo. De hecho muchas dietas, planes para bajar de peso e incluso “doctores” promueven dietas en las que se eliminan los carbohidratos a lo mínimo, ¡incluso tienes que dejar de comer fruta! Pero la verdad es que la creencia de que los carbohidratos “engordan” es uno de los mitos más grandes y más equívocos en la historia de la nutrición, y de hecho puede llevar a largo plazo a comer más, a subir de peso, y a sufrir de ansiedad y atracos de comida por el hecho de que los carbohidratos representan la fuente principal de calorías y energía para el ser humano. Sólo hay tres nutrientes que proveen calorías: las grasas, los carbohidratos y las proteínas. Las vitaminas, los minerales, los antioxidantes, fitoquímicos, etc., no aportan calorías see it here. Si reduces tu consumo de carbohidratos, lo más probable es que vas a terminar comiendo una dieta alta en grasa, porque de alguna manera tienes que sobrevivir, y el consumo de proteína se puede aumentar sólo hasta cierto punto. Estas son algunas de las razones más importantes por las que reducir los carbohidratos, y aumentar las grasas y las proteínas, es una idea terrible  a largo plazo:

  1. Pérdida temporal de agua, no de grasa. Debido a que los carbohidratos requieren agua en el cuerpo, cuando consumes menos carbohidratos pierdes agua, y de hecho puede ser una pérdida bastante rápida. ¡Y eso te va a parecer fantástico!  Vas a ver que el número reflejado en la balanza o báscula va bajando rápidamente y eso te da mucho ánimo y te sientes de maravilla. Lo malo es que perder agua no es perder grasa. La pérdida de agua es temporal y toda esa agua va a volver una vez que comas carbohidratos otra vez, lo cual casi siempre sucede por razones que te explico más adelante. Una pérdida muy rápida de agua puede llevar a la deshidratación, lo cual reduce tu metabolismo y te puede hacer subir de peso a la larga.
  2. Reducir los carbohidratos confunde el cuerpo y el metabolismo. Debido a que los carbohidratos son la fuente principal de energía para el cuerpo humano, cuando los reducimos el cuerpo entra en un estado de confusión, como si no hubiera suficiente comida para sobrevivir y entra en un ciclo de “escasez y abundancia” en el cual el metabolismo es completamente trastornado. Esto predispone al cuerpo a acumular grasa en vez de quemarla, y a largo plazo produce una tendencia a subir de peso en vez de bajar.
  3. El cuerpo necesita un suministro constante y regular de carbohidratos para quemar grasa eficientemente. Cuando no hay suficientes carbohidratos, el cuerpo utiliza grasa, pero de manera tóxica. De hecho entra en un estado denominado “cetosis” (o ketosis) en el cual ciertas moléculas llamadas cuerpos cetónicos o cetosas son liberados en el cuerpo. Esto suprime el apetito, y así el cuerpo pueda sanarse de este estado enfermizo. Muchos piensan que esta es una buena manera de perder peso, pero eso es como decir que fumar cigarrillos es una buena manera de perder peso porque suprime el apetito. ¡Bajar de peso de manera tóxica no es saludable! Para quemar grasa de manera saludable necesitas proveerle a tu cuerpo suficientes carbohidratos saludables.
  4. Los carbohidratos ayudan a producir una sustancia que se llama serotonina. La serotonina es un neurotransmisor que nos ayuda a sentirnos bien, y eleva nuestro estado de ánimo. Tener cantidades muy bajas de serotonina en el cerebro es un factor de riesgo en la depresión, la ansiedad y el estrés. De hecho los antidepresivos más comunes actúan al aumentar la cantidad de serotonina disponible en el cerebro. Una dieta alta en carbohidratos también aumenta la cantidad de triptófano en el cerebro, el cual se requiere para la producción de serotonina. Una dieta alta en carbohidratos ayuda a prevenir la depresión porque aumenta la serotonina en el cerebro.
  5. Una dieta rica en carbohidratos también previene el aumento del cortisol, la hormona asociada con el estrés. Se ha comprobado que el aumento del cortisol y del estrés puede llevar a consumir cantidades excesivas de alimentos y por lo tanto al aumento de peso.  Evitar los carbohidratos podría ser especialmente dañino para personas propensas a comer más por causa del estrés.
  6. Una dieta baja en carbohidratos puede producir ansias por comer más carbohidratos y llevar a darse atracones de comida, especialmente con alimentos altos en azúcar, carbohidratos refinados, y grasas. Esto puede causar una que una persona aumente de peso, o que comience un ciclo de restricción seguido por períodos de atracones.
  7. Una dieta baja en carbohidratos produce una disminución de la energía y la vitalidad. Los deseos por hacer ejercicio disminuyen, y al no hacer suficiente ejercicio baja el metabolismo, y empeora la forma física.
  8. Una dieta baja en carbohidratos es por necesidad alta en grasa y proteínas. El exceso de grasa , especialmente grasas animales, puede llevar al desarrollo de enfermedades al corazón, la diabetes, y ciertos tipos de cáncer. El exceso de proteína hace que el cuerpo pierda minerales como el calcio y el fósforo, lo cual puede llevar a problemas de salud como la osteoporosis y los problemas a los riñones.

Aunque consumir suficientes carbohidratos es necesario y saludable, también tenemos que asegurarnos que consumamos carbohidratos de buena calidad. Los carbohidratos refinados como el azúcar blanca, las harinas refinadas y todos los alimentos elaborados con ellos como bebidas gaseosas, jugos, pasteles, dulces, pan blanco, etc., son excesivamente dañinos para la salud. La clave es consumir carbohidratos saludables, no refinados como los granos integrales, las frutas, ciertos vegetales, los tubérculos como las papas, etc., y comerlos en suficiente cantidad todos los días. Todo ellos te proveen la energía, la serotonina y los nutrientes que necesitas, sin dañar tu salud, sino más bien, mejorando tu salud. Incluso los diabéticos necesitan consumir suficientes carbohidratos a pesar de que la recomendación convencional para los diabéticos es precisamente consumir una dieta con pocos carbohidratos para controlar el azúcar en la sangre. Sin embargo esto sólo ayuda a corto plazo, y no mejora la diabetes, sólo la controla. La única dieta que en realidad se ha comprobado en estudios que mejora la diabetes, reduciendo sus niveles de azúcar en la sangre y mejorando la salud, es una dieta con suficientes carbohidratos (pero sólo carbohidratos altos en fibra), baja en grasas y prácticamente vegetariana, combinada con ejercicio diario.     Fuente: Salud de hoy

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