15 Antibióticos Naturales

No hay dudas de que las ventajas de consumir antibióticos naturales son innumerables. El hecho de que no generen resistencia por parte de las bacterias ya es suficiente para plantearse su empleo regular, pero no hay que olvidar que además favorecen el proceso de regeneración epitelial, estimulan los mecanismos naturales de eliminación, favorecen el funcionamiento de los órganos en general, inhiben el crecimiento de los gérmenes patógenos y aumentan las defensas del organismo, mientras que los antibióticos sintéticos suelen bajarlas.

Para reforzar el sistema inmunológico es conveniente que nuestra dieta esté compuesta de alimentos ricos en proteínas vegetales procedentes de las leguminosas, granos integrales, frutas y verduras, debido a su alto contenido de vitaminas, minerales y fitoquímicos, muchos de ellos, del grupo de los flavonoides. Varios compuestos de este grupo poseen efectos antibióticos y antivirales. Entre las mejores frutas para consumo frecuente podríamos destacar las ciruelas, ya que contienen casi todas las vitaminas del complejo B, lo que les permite ser valiosas frutas antibióticas de la naturaleza. Los ácidos grasos poliinsaturados de la piel refuerzan la protección de la membrana de todas las células del cuerpo, impidiendo así la entrada de bacterias causantes de infecciones y enfermedades.

Para prevenir las infecciones conviene asimismo reducir al máximo el consumo de harinas, azúcares refinados, lácteos y carnes. Su alto contenido en grasas saturadas y sus deficiencias de ácidos grasos omega 6 y omega 3, ejercen un efecto negativo sobre las defensas y favorecen en cambio las infecciones recurrentes.

15 Antibióticos Naturales

  • ACACIA (Acacia Spp.), Antibacteriana, Antifúngica, Antihelmíntica, Antimicrobiana, Astringente, Hemostática, Sedativa.
  • AJENJO (Artemisia Absinthium), Antiamebiana, Antibacteriana, Antifúngica, Antihepática, Antiinflamatoria, Antipirética, Colerética, Diaforética, Vermifuga.
    AJO (Allium Sativum), Analgésica, Antibacteriana, Antifúngica, Antihelmíntica, Antiparasitaria, Antiprotozoaria, Antiséptica, Antiviral, Colagoga, Diaforética, Hipotensora.
  • ALOE (Aloe Vera), Antibacteriana, Antimicrobiana, Antiviral, Antiinflamatoria, Antiulcerosa, Cicatrizante, Purgativa.
  • CRYPTOLEPIS (Cryptolepis Sanguinolenta), Antibacteriana, Antiparasitaria, Antifúngica.
  • EQUINÁCEA (Echinacea Angustifolia, E. Purpurea), Antibacteriana, Antiinflamatoria, Estimulante del sistema inmunológico.
  • ENEBRO (Jumiperus Spp.), Antibacteriana, Antifúngica, Antimicrobiana, Antiséptica.
  • EUCALIPTO (Eucalyptus Spp.), Antibacteriana, Antifúngica, Antipirética, Antiséptica, Diaforética.
  • SEMILLA DE POMELO (Citrus Paradisi), Antibacteriana, Antifúngica, Antimicrobiana, Antiparasitaria, Antiséptica, Antiviral.
  • JENGIBRE (Zingiber Officinale), Analgésica, Antiartritica, Antibacteriana, Anticoagulante, Antiemética, Antiespasmódica, Antifúngica, Antiinflamatoria, Antiviral.
  • MIEL (Néctar concentrado de flores silvestres), Antianémica, Antifúngica, Antiinflamatoria, Antiviral, Expectorante, Laxante, Estimulante del sistema inmunológico.
  • RAÍZ SELLO DE ORO (Hydrastis Canadensis), Antiamebiana, Antibacteriana, Antifúngica, Antihemorrágica, Astringente, Diaforética, Expectorante, Antiséptica.
  • REGALIZ (Glycyrrhiza Glabra), Antidiurética, Antiespasmódica, Antihiperglucémica, Antihepatotóxica, Antiinflamatoria, Antiulcerosa, Antioxidante.
  • SALVIA (Salvia Officinalis), Antibacteriana, Antiséptica, Astringente, Diaforética, Expectorante.
  • USNEA (Usnea Spp.), Antibacteriana, Antifúngica, Estimulante del sistema inmunológico.

Existen asimismo plantas medicinales con poderosos efectos antibióticos directos, o bien activadores de las defensas, que conviene consumir con cierta regularidad o utilizar expresamente como alternativa a los antibióticos químicos cuando sea preciso. Alimentos con elevadas dosis de vitaminas como la A (retinol) ayudan a mantener la integridad de los epitelios, que es por donde entra cualquier infección.

Otras vitaminas básicas son la E (antioxidante), ya que la oxidación celular aumenta considerablemente durante las infecciones, así como el ácido ascórbico o vitamina C, que suele usarse en los procesos infecciosos porque aumenta las defensas frente a los gérmenes. Otro nutriente importante para ayudar al cuerpo a luchar contra la infección fabricando anticuerpos específicos es el zinc, ya que disminuye la severidad de los síntomas y acorta la duración del episodio infeccioso.

Igualmente, la ingestión de prebióticos (sustancias que se encuentran en alimentos como el trigo, el ajo, la cebolla, la remolacha), y/o los probióticos (que se encuentran en alimentos como el yogurt y las leches fermentadas, ambos ricos en lactobacilos acidofilus) en nuestra dieta diaria, ayudan a equilibrar y mantener saludable la flora intestinal y la vaginal, disminuyendo así la susceptibilidad de sufrir infecciones del estómago, el intestino y la vagina. Así mismo, los prebióticos y probióticos son vitales en aquellas personas que están recibiendo tratamiento médico con antibióticos, ya que reponen la flora intestinal y vaginal (lactobacilos) que estos destruyen, y previenen así la aparición de la diarrea. En general, tienen también un importante papel como anticancerígenos, sobre todo contra el cáncer de colon.

 

 

 

Fuentes: Dra. Yanet Cabrera Cao. – Antibióticos naturales. Mito o realidad online premarin. Herbal Antibiotics Harrod Stephen

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